lunes, 21 de diciembre de 2015

Hacia el cielo


Llega el frío invierno. el día amaneció, dieron las 7 de la mañana en el reloj, y comenzó a sonar. Rafael se levantó como cada día, se puso sus viejos zapatos de estar por casa y bajó a hacerse el desayuno. A continuación se asomó al buzón, estaba vacío, miró su contestador, ni un solo mensaje nuevo. Rafael comenzó a hacer sus tareas diarias, limpiar, hacer la compra, ir al bar y prepararse su comida. Después de la siesta, se sentó en su polvorienta mesa del estudio y comenzó a escribir; -Querida Teresa, ha pasado solo un día desde que te escribí la última carta. Miro todas las mañanas el buzón, para ver si he recibido tu contestación, pero todavía no me ha llegado, se ve que los carteros se han confundido de calle o algo así ¿Recuerdas nuestra dirección?. Desde ayer no ha pasado nada nuevo, mi rutina sigue siendo la misma, me levanto todavía echando de menos el olor a café, cuando tú lo preparabas, o me decías ''Buenos días, cariño'' con tanta ilusión e incluso cuando me prometías que me querrías durante toda nuestra vida. No me hago aun la idea de que te hayas ido, han pasado ya seis meses, y te añoro desde el primer día. la casa está vacía, me faltas tú. Teresa, Kiko, nuestro perro, también te echa de menos, aun se pone en la puerta a esperar a que vengas con la barra de pan y le des un trocito. Te necesito más que nunca, la soledad se apodera de la casa, no hay nada de ruido, no hay gritos ni tampoco risas y es la sensación más mala del mundo, sé que donde estés, estás bien cuidada, también sé que estás cuidándome día a día para que todo me vaya bien, pero no me acostumbro, desde Noviembre, no volví al cementerio, espero que me perdones Teresa, pero me quiero ir, quiero emprender un viaje en el que pueda estar a tu lado, quiero irme contigo. Hasta la próxima carta mi amor, hasta mañana.
Te quiero. Rafael.
Se levantó de la silla, y como siempre, enrolló la carta, como si fuera un tubo muy fino, lo metió en el globo, rojo con forma de corazón, lo hinchó con helio y salió al patio trasero, donde lo soltó viendo como se elevaba al cielo, con la esperanza de que su mujer pudiera leerla otra noche más. Así acaba el día para Rafael, otro día mas acabado, con la seguridad de que a la mañana siguiente si recibiría una carta de ella, otro día menos para reencontrarse con su verdadero y único amor, Teresa.


Me encanta ver lo felices que aun son las parejas que llevan muchos años juntos, ¿Hablamos de amor verdadero con 17 años? cuando en realidad amor verdadero, es que después de tanto tiempo, sigan estando juntos, sigan siendo felices dándose un beso antes de dormir para despedirse, o al llegar a casa para saludarse e incluso con la cara que se miran. Tiene que ser muy duro perder a tu compañero o compañera de toda tu vida, a pesar de que es ley de vida. Hay muchas personas mayores viudas, que la vida le ha arrebatado a la persona que más ha querido, ya pesar de ello siguen adelante, ya sean por sus hijos o por él/ella mismo/a.
Por eso, me gustaría felicitar a todas las parejas que siguen juntas, a las que a pesar de todos los obstáculos, siguen adelante. Y también a esas personas viudas, apoyarlas, porque hay que seguir adelante, sin cerrar la puerta a nadie y salir a conocer a gente.
Tengo 17 años, no estoy experimentada en el amor, pero el hecho de visualizar a la gente de mi alrededor, como a mis padres, me hace tener esperanzas como la de que el amor nunca se acaba, a pesar de los años.
Os quiero papá y mamá.

Me encanta la película de pixar, Up, al principio de esta película, se representa la historia de Carl y Ellie, donde se enamoran y en unos 10 minutos se ve el paso de su vida, a pesar de ser ficticio, en la vida real pasan estas historias, y son muy bonitas. Si  no habéis visto esta película, os la recomiendo, porque es una de las mejores de pixar, es muy buena y te ríes muchísimo.
¡¿A quién no le gustaría tener una historia de amor así?

  






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